Entre 1960 y 1963 Cassius Marcellus Clay continuó acumulando victorias, entre las que destacan las conseguidas contra Sonny Banks (que logró tirar a la lona a Cassius durante la pelea) y Archie Moore. De esta forma, se transformó en el aspirante número uno por el título mundial de los pesos pesados, que en aquel entonces ostentaba Sonny Liston. Éste era un púgil temido y respetado, de golpes frontales y muy potentes.
Tras dos peleas dudosas en 1963 contra Doug Jones y Henry Cooper (que llegó a ponerlo de rodillas en el cuarto asalto), el mánager de Sonny Liston anunció que su representado había aceptado la propuesta de Cassius Clay para un combate en el que se pondría en juego el campeonato del mundo de los pesos pesados. Las casas de apuestas no parecían dar oportunidades al joven Cassius (de 22 años) de derrotar al campeón, y reflejaban un resultado de 7 a 1 en su contra. Sonny Liston no sólo había conseguido la corona al noquear en el primer asalto a Floyd Patterson, sino que también lo había aplastado en la revancha.
El combate se celebró el 25 de febrero de 1964. A mediados del segundo asalto, Sonny Liston sangraba abundantemente y no había sido capaz de alcanzar a su rival en ningún momento. Clay bailaba a su alrededor, intocable. Un boxeador con la velocidad de un peso medio y una durísima pegada. Venció con claridad, después de que Sonny Liston arrojara la toalla en el séptimo asalto. Cassius Clay consiguió la victoria y el título de campeón de los pesos pesados. Se había convertido en el deportista más conocido en todo el planeta.
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